Pocos eventos crean tanta incertidumbre, y ambivalencia. Por un lado ya al final del embarazo te urge, tanto cargar, tan incómodo dormir, si es que para entonces puedes dormir, y unas intolerables ganas de conocer a tu bebé, de verlo de abrazarlo, de conocerlo y verlo crecer. Claro que está el otro lado de la moneda: El miedo, el terror de la incertidumbre de lo que te espera durante el parto. La idea de expulsar a un bebé por tu vagina no es divertido, o en su caso saber que tendrás una cirugía mayor donde te abrirán y harán a un lado tus tripas para acceder a tu bebé tampoco suena como lo más cómodo del universo. Lo mejor pero también lo más difícil está por venir.
Alguna vez alguien me dijo que un parto no es precisamente tortura, sino que se parece mucho más a un maratón. Creo que después de dos partos me parece que está mucho más cerca de ser algo así como un Iron Man o Iron Woman en este caso. Mis dos hijos nacieron por parto natural. No tengo idea de que se sienta una cesárea, y si les confieso me aterraba tener una. Creo que le tenía mucho más terror a la cesárea que lo que me pudiera doler el parto natural. Si es una experiencia especial, definitivamente no es agradable, tampoco es lo más doloroso que pueda traumarte el resto de tus días, y las experiencias van desde la mejor hasta otras que son casi pesadillas. Soy muy afortunada de haber tenido dos partos que aunque no fueron agradables, fueron mucho trabajo físico pero por suerte, y me parece que si tiene algo que ver la suerte, no fueron trabajo emocional. Nunca me estresé por el bienestar de mis hijos, ambos estában tranquilos y tuvieron partos de bajo riesgo. Sé que no es la experiencia de todo el mundo, y como hay niños en el mundo hay experiencias de parto.
Pero finalmente, seamos honestos, es aterrador, sí con esas palabras, saber que todo puede salir bien pero todo puede salir muy mal. Así como a mi me aterraba tener una casárea también conozco a algunas amigas que les aterraba tener un parto natural. Cada quien tenemos nuestros miedos supongo pero aunque lo respeto definitivamente no lo entiendo. Desde el tiempo de recuperación, el riesgo de que algo salga mal, y la conciencia de que finalmente es una cirugía mayor. Porque aunque hubiera abofeteado a cualquiera que me lo recordara en la sala de expulsión, finalmente es cierto: el parto es algo natural para lo que las muejeres estamos hechas. Hay doctores que prefieren las cesáreas: son programables y reducen el tiempo que hay que invertirle a la paciente y también son mucho más caras. Son más cómodas para ellos, pero toca un punto que creo que es muy importante para mí: ¿Qué es de las decisiones del bebé?
Sí, le estoy dando una voluntad al niño. Que aún antes de nacer decidirá nacer. Toda su vida se beneficiará de haber tenido trabajo de parto, de saber que pudo nacer, que hizo el esfuerzo y tiene el primer logro de su vida. No vale la pena darle esa fortaleza y certidumbre al bebé de por vida?. Aquí insisto en que cuando una cesárea es necesaria por razones médicas, no debe de dudarse en llevarse acabo, sin embargo me refiero a las cesáreas que el doctor, ni siquiera la mamá decide. Esas que los doctores hacen por comodidad o por ganarse un dinero extra. Hablo de cesáreas Innecesarias.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) lleva décadas tratando de bajar la cantidad de cesáreas innecesarias que se llevan acabo en paises desarrollados, sin poderlo lograr. Es muy importante pues reduce los riesgos de salud del bebé y la mamá por mucho. Es mi llamado a alguna mamá allá afuera que esté siendo presionada por su médico para tener una cesárea. No lo permitas, primero infórmate y si es necesario busca una segunda opinión. Es terrible que ni siquiera en un momento tan vulnerable, haya respeto a las decisiones de la madre.
Prometo contarles la historia de mis dos partos. Una es larga y la otra es corta. Pero valió toda la pena del mundo. Nunca salen como uno lo espera, porque los niños tampoco son como uno los imagina, pero el sentimiento de haberlo logrado, hace que todo haya valido la pena.
Será que muchos médicos se aprovechan del miedo de algunas mujeres de tener un parto vaginal:
¿Tendrá que ver con el aspecto de la sexualidad de la mujer? o será una desinformación del proceso, será un síntoma del machismo que todavía se vive? o se creerá que una cesárea es más práctica. Cada mujer tendrá que analizar su caso. Pero si tienen dudas, no se esperen y pregunten a mujeres que tuvieron un parto natural, pidan que les cuenten lo bonito, lo feo, lo peor y hagan una valoración. Yo creo que tomar una decisión basada en miedo no es una decisión bien tomada. Vean que beneficios tiene cada una y también consideren que pueden haber planeado para una opción y tendrá que ser la opuesta. Es cierto pero en este tema todo puede pasar y las probabilidades son aún más altas de que justo sucederá lo que no planearon.
Algunos links acerca del problema de cesáreas innecesarias en el mundo:
Video periodístico de este problema en Perú
http://new.paho.org/per/index.php?option=com_content&task=view&id=1765&Itemid=817
Factores que influyeron en el aumento de la tasa de cesárea en China entre 1988 y 2008
http://www.who.int/bulletin/volumes/90/1/11-090399-ab/es/
C-section rates around globe at ‘epidemic’ levels
WHO: Half moms in China have the surgery; rates high in other countries
